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Resumen.
La gestión de la impresión es una parte fundamental del trabajo de todo líder. La percepción que la gente tiene de los líderes repercute directamente en su reputación, credibilidad y estatus, que a su vez influyen en sus oportunidades, asignaciones, latitud y, en última instancia, en su trayectoria profesional. Para los líderes que no tienen el aspecto o no actúan como nuestro modelo mental de líder -que históricamente ha significado blanco, heterosexual, varón, no discapacitado y procedente de un entorno socioeconómicamente favorecido- el trabajo de gestión de la percepción es aún más exigente, porque aspectos centrales de su identidad se consideran divergentes, o incluso antitéticos, de las cualidades de un líder arquetípico.