
Big Cheese Photo/Getty Images
Resumen.
La difuminación de los límites entre el trabajo y la vida personal de las personas, exacerbada por la pandemia, puede hacer que parezca que la jornada laboral no termina nunca. El agotamiento que resulta de no sentirse nunca del todo desconectado se ha convertido en una importante sangría para los trabajadores y las empresas, reduciendo el bienestar y la productividad de los empleados.