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Resumen.
En la actual economía de la atención, los mensajes publicitarios deben competir con un número cada vez mayor de estímulos para llamar la atención de los consumidores. Como dijo célebremente T.S. Eliot, estamos "distraídos de la distracción por la distracción". No es nada raro que la gente esté desplazándose por el correo electrónico, publicando en las redes sociales o jugando a un juego en sus teléfonos mientras participa en entornos IRL (por ejemplo, espectáculos públicos o reuniones sociales).